"Nunca morirán"
Jan Neruda escribió un hermoso cuento. No sé si lo recuerdo bien.
Aquella mujer había tenido dos enamorados. Los dos la cortejaron y a los dos quiso bien. La vida, sin embargo, los apartó de ella, y con ninguno se casó. No se casó con nadie: se hizo una de esas viejucas solitarias que viven de recuerdos. Cuando llegaba el Día de Difuntos la ancianita compraba dos grandes ramos de flores e iba al cementerio donde sus dos amores dormían el sueño de la muerte. Temía ofender a uno si iba primero a la tumba del otro. Para evitarlo llevaba consigo a una niña y le pedía que fuera delante de ella. El camino que la nina tomaba determinaba cuál de los dos muertos amados recibía antes su ramo.
Día de los recuerdos vivos es el Día de los Muertos. Se van aquéllos a quienes amamos y que nos amaron; nunca se van en cambio las memorias de nuestro corazón. En él viven quienes por ser recordados no morirán jamás.