Cultura

“Por las noches silban a los perros y les dan latigazos” Seres ancestrales que llegan para causar temor OXKUTZCAB.— Numerosos habitantes del interior del Estado, sobre todo campesinos, creen en la existencia de seres fantásticos que, de acuerdo con la cultura maya, habitan en los montes, milpas y caminos. Gracias a la trasmisión oral de la cultura maya sobreviven leyendas de los aluxes y la Xtabay, a las que se han sumado otras contemporáneas como la del “chupacabras”, invento popular para explicar los ataques mortales a aves y ganado. Amílcar Ku Zapata, quien sabe sobre leyendas mayas, dice que “el Alux es un duendecillo del tamaño de un indígena de cuatro o cinco años, viste con taparrabos y sombrero”. “Por las noches ellos silban a los perros y en ocasiones les dan latigazos. Cuando oscurece pasean alrededor de las viviendas, lanzan piedritas y corren más rápido que los seres humanos. Suelen entrar a las casas y cargar la hamaca de las personas que están durmiendo. “La tradición o leyenda le atribuye al alux el origen de varias enfermedades, como las calenturas. No obstante, es considerado un ser benéfico y cuidador de las milpas, pero travieso a la vez”. Ku Zapata dice que la leyenda del “huay pek” era usada por los ancestros para intimidar, pues cuentan que es un brujo que se transforma en un enorme perro negro con ojos rojos. “Entra a los patios de las viviendas y suelen entrar a las casas cuando todos están dormidos. Se considera una encarnación del mal. El “huay chivo” está formado de viento malo y es un brujo que, al igual que “huay pek”, ha abandonado la magia blanca y practica la magia negra. Poseídos por el demonio, ellos se transforman en animales que recorren por las madrugadas los caminos menos concurrido buscando a quien hacerle maldad. “Si te cruzas en su camino no los mires a los ojos, pues si no es a ti a quien buscan, puede pasar a tu lado sin dañarte; entonces sólo sentirás un temor horrible y un olor espantoso que recorrerán tu piel”, detalla. Otro veterano poblador, Anastasio Nah Euán, dice que sí hay seres malévolos como la Xtabay, gigantes antropófagos y serpientes voladoras. “Estos personajes tienen relación directa con los dioses prehispánicos, como Ah Puch o Señor de la Muerte, Itzamná, (dios del día, la noche, el cielo y la escritura) o Kinich Ahau o Señor con rostro de Sol (una advocación de Itzamná), y Xtab, diosa protectora de los suicidas. “La Xtabay o engañadora se presenta a los caminantes trasnochadores detrás de la ceiba o yaxché, árbol sagrado del maya. “Se aparece como una hermosa mujer mestiza que los invita a seguirlas en el monte y cuando en lo más profundo ella se deja atrapar y el caminante logra abrazarla, ella se convierte en un arbusto espinoso y sus pies, en garras de aves de rapiña que destrozan al amante”. También indica que el “chupacabras” es una nueva leyenda que se inventó hace apenas una década; no tienen fundamento tradicional, o sea, no la dejaron los ancestros mayas. “Es un mero invento de la gente para explicarse quién era el autor de los ataques mortales de animales de corral y de aves de traspatio”.— Jesús Bacab Ch.